No hace muchos días leí un extracto de una carta al director del Diario El País que me emocionó tremendamente, casi con toda seguridad porque la sentí como una punzada en propia carne. Me devolvió a una realidad que cada día quiero obviar, pero que tozuda ella, ahí sigue, martilleando la cabeza en muchos momentos de inevitable soledad. Os dejo aquí el texto completo porque creo que merece la pena:
¡Qué feliz soy!
Después de cuatro años sin empleo, y con 56 años y 33 años de vida laboral, he conseguido un puesto de trabajo. Nadie sabe más que los que lo hemos vivido que no hay nada más bonito que saber donde tienes que ir todos los días, mi vida ha cambiado, doy gracias por tener esta oportunidad y no envejecerme en mi casa con la pena y la tristeza de no poder trabajar. La lucha mereció la pena, porque nadie se merece vivir una situación que no la ha buscado. Las personas de mi edad no disponen de mucho tiempo para reinventarse y poder así acceder a otros empleos, a mí me ha costado mucho esfuerzo y lo he podido conseguir, pero sé que la gran mayoría no lo va a lograr y eso es muy cruel, por eso soy feliz, porque he luchado y he obtenido mi recompensa y me gustaría que todo el mundo pudiera tener la misma oportunidad que yo y que también puedan ser felices. Nos merecemos esto después de todos estos años de crisis con reformas y recortes tan traumáticos.— María Victoria Trívez Garijo.
Desgraciadamente, estos ocho últimos años pasarán a la historia por la profunda crisis económica, y por su tremenda dureza a la hora de tratar sin contemplaciones ni miramientos a las personas. Y de éstas, aún más a las mayores de 50 años, poniendo a muchas de ellas al borde del «precipicio», y dejando de manifiesto claramente que este Estado del Bienestar del que tanto hablamos, no ha sido capaz de atenderlas, dejándolas a merced de la crueldad de un mercado que no tiene el más mínimo respeto para con nuestros mayores.
Para los que han pasado o están pasando por esto, quiero dar hoy un pequeño mensaje de esperanza, bien a través de las palabras que anteceden de María Victoria, que ha conseguido un trabajo por cuenta ajena; bien con experiencias de emprendimiento como la de Paula, Fernando y Carlos. Ellos son FoodieCádiz, un espacio donde se cocinan los sueños, y se respira optimismo.

Carlos, Paula y Fernando
La palabra clave de su proyecto: disfrutar reinventándose, ya que los tres, Paula, Fernando y Carlos se han tenido que reinventar, derrochando imaginación, creatividad y diseño . Venían de campos muy diferentes como el Desarrollo Rural y las Escuelas Taller donde llevaban muchos años trabajando y donde me consta, eran realmente buenos. Y deciden «disfrutar haciendo el foodie«, -o de «cocinillas» como lo describe wikipedia o también diría un conocido del mundillo-, lo que por otra parte siempre ha sido su pasión. Dicen ellos: «… disfrutamos cocinando y haciendo disfrutar a todos los amigos que nos visitan en nuestra cocina. Muchas veces decimos que ellos ‘disfrutrabajan’ en FoodieCádiz, y es que para eso está realmente concebido. En la galería de nuestra web hay muchas imágenes que lo atestiguan. Y eso que todavía faltan muchas por subir. En ello estamos…». Algunos ejemplos de ello:
Después de casi un año dándole vueltas al proyecto, cuando hace poco más de seis meses lo ponen en marcha, creen que la mejor manera de presentarlo y explicarlo es a través de este par de infografías que hoy compartimos con todos vosotros y que desde luego son fuente de inspiración para todos aquellos que queráis emprender en este maravilloso mundillo gastro:
«tenemos un sueño que hemos covertido en un plan para crear un espacio foodie, donde comer sea una parte más de la experiencia, dejando volar nuestra imaginación y TÚ creatividad, aprendiendo y disfrutando juntos de una cocina con impronta pero abierta a otras influencias, en el que nuestro plato favorito sea el que probemos mañana, alcanzado sensaciones nuevas y distintas que todos podamos compartir, poniendo en ello nuestros conocimientos y todo el coraje y la pasión que tenemos».
El proyecto ya está completamente en marcha y las actividades que tiene programadas son muy variopintas: talleres de cocina, show cooking, cocineros anónimos, talleres de gastronomía y cultura, charlas y conferencias, demostraciones de productos, catas, team building, food sherpa, excursiones gastronómicas, cocina para «guiris», clases de cocina en inglés, talleres de cocina para niños, y toda clase de actividades o talleres a demanda. Poco a poco van «redondeándolo» y estoy seguro que no pasará mucho tiempo hasta coger su velocidad de crucero óptima.
Mucho más podéis encontrar en su página web www.foodiecadiz.com. Desear mis mejores deseos a todos aquellas personas valientes que luchan contra los elementos cada día. Cuando todo se tuerce, donde mejor lo haremos será en aquello que realmente nos gusta, porque al menos nos quedará la recompensa de sentirnos algo más realizados.
Nuestros mejores deseos a FoodieCádiz. Os seguiremos con atención.
Autor: Joaquín Morales
Una idea muy interesante, de Sevilla pero con piso en el Puerto, espero pasarme.
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seguro que te gusta. alli es todo muy divertido
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