Es impresionante el papel que juega el sector hostelero en épocas de crisis. Parece que los españoles, cuando nos viene mal dadas, sólo vemos la luz «abriendo un bar». He tenido la ocasión de comprobar, por ejemplo, el desembarco que se está produciendo de profesionales del sector inmobiliario en la Hostelería. La foto del artículo es claro ejemplo de ello. ¿Que está provocando esta situación? Entiendo que de entrada un sobredimensionamiento del sector que traerá consecuencias negativas, pero también positivas, a saber: de un lado vemos la cantidad de «negocios en traspaso» en la actualidad, fruto de dicho sobredimiensionamiento, y que han vivido en épocas pasadas una situación de inmovilismo que da al traste con los negocios ante la competencia actual. De otro, una renovación de las ideas y una mejora en general de la calidad del servicio por parte de los nuevos inversores que sin duda redunda en este sector clave para nuestra economía. En medio, un índice de fracaso también bastante elevado, entre estos últimos inversores que provienen de otro sector, y que no se han formado lo suficiente para abordar esta nueva actividad. A todo esto se suma el desembarco de las nuevas franquicias que están haciendo el «agosto» y que en muchos casos tienen estimaciones internas de la duración de sus franquiciados inferiores a cinco años. De cualquier forma esperemos que el resultado de esta Burbuja Hostelera sirva para la mejora de la calidad del servicio, que a medio y largo plazo redundará en la mejora del sector y por ende de nuestra economía.