A veces, desde el punto de vista puramente comercial, tengo la impresión que nuestro cata de vino, nuestra copa clásica, termina empequeñeciendo nuestros vinos en la mesa.
Me explico: te plantan en la mesa varias copas, grandes maravillosas, altas… Nuestro catavino queda un poco ridículo, como para algo corto o pasajero. Parece no poder seguir compitiendo con el resto de copas en la comida.
Pregunto a sumiller y enólogos: Es preciso y necesario ese catavino más allá de su, sin duda, belleza y tradición?
Creo que si nuestros vinos se sirvieran fríos, en copas de gran vino, escasos, limpios, brillantes…. Y se promocionarán, en barra y en mesa, como un vino nuestro, que todo viajero debe probar, como se hace en otras tierras, podrían tener mucha mas aceptación.
Mes: diciembre 2014
El turismo crece. Estamos a la altura?
Cada nuevo fin de semana, cada puente, cada fiesta vemos, sin necesidad de consultar las estadísticas, como nuestra magnifica ciudad, Córdoba, se llena de gente.
La ciudad es obvio que se presta a ser visitada. Y de hecho, siglos de
Historia ponen en nuestras manos una fuente de supervivencia
Magnifica cual es el turismo.
Pero cada día que salgo me pregunto si estamos a la altura de la ciudad, de su historia, de la oportunidad que nos da.
A veces me Da La sensación que nuestra prepotencia y falta de humildad subestima sin duda la paciencia del turista: cerramos las puertas en sus narices?, despreciamos su lengua?, …
Muchos son los cambios que se están produciendo pero me parece que aún es mucha la FORMACIÓN que se precisa. No creerlo es abusar de la gallina de los huevos de oro.